INTERVENCION PSICOPEDAGOGICA EN MEXICO Uso y aplicacion en el Mexico del sigloXXI

A CONTINUACIÓN LES PRESENTAMOS UN ARTICULO QUE FUE PRESENTADO EN PONENCIA POR NUESTRO ESTIMADO FUNDADOR DE ESTE BLOG EN UN COLOQUIO REALIZADO ESTE MES. 


INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA EN MÉXICO
Uso y aplicación en el México del siglo XXI.
POR: Ochoa Moreno Luis Rodolfo.
La intervención psicopedagógica en nuestros días es un tema muy extenso y a consideración de un trabajo mayor, actualmente en México se cuenta con pocos centros donde se imparte una intervención oportuna, abordando desde encima de un vasto iceberg, como son los problemas y dificultades de aprendizaje, pero a raíz de esto surge una interrogante ¿Cómo organizar y estructurar una intervención psicopedagógica? Y es de suma importancia ya que los modelos de intervención dependen en medida de los estilos de enseñanza de cada institución educativa. Estableciendo principios y modelos que cada psicopedagogo y referente al trabajo en esta rama se encarga de realizar previniendo y tratando cada uno de estos problemas desde un enfoque educativo. Así pues, se parte desde diferentes concepciones que marcan un nuevo rumbo, abriendo una excelente oportunidad para comenzar un trabajo en triada enfocado al nuevo modelo educativo dentro del contexto educativo mexicano, en vías de desarrollar y potenciar la calidad de los alumnos en diversas escuelas ya sea públicas o privadas.


Ochoa Moreno Luis Rodolfo, UPEM, Profesor de educación básica, graduado por parte de la Universidad Privada del Estado de México, en la licenciatura en Psicopedagogía, maestrante en psicología educativa por el Claustro Universitario de Oriente. Es profesor de planta en un Preescolar Particular del Estado de México, administrador de un blog web especializado en temas de psicopedagogía, terapista particular de problemas y dificultades de aprendizaje.

¿Qué es la psicopedagogía?
Haciendo referencia a esta disciplina podríamos comenzar definiendo que es la psicopedagogía en realidad, varios autores nos refieren a la psicopedagogía como aquella rama que apoya y brinda soluciones de trabajo educativo mejorando su rendimiento académico; en fin muchas de las posturas teóricas, ideológicas, concepciones éticas de disciplinas como la psicología, la pedagogía, el trabajo social y la medicina, que de una forma u otra se encuentran centradas en todos esos  procesos relacionados con la manera en como aprenden y se desarrollan las personas, las dificultades que encuentra el individuo en el proceso de adquisición de nuevos aprendizajes, las intervenciones encausadas a apoyar o superar obstáculos y en términos generales, con las actividades pensadas y proyectadas hacia el logro de aprendizajes cada vez mejores.
A todo esto, los orígenes de la psicopedagogía en México en el año de 1921, cuando se instaló un nuevo servicio de Higiene Escolar y el Primer Congreso Mexicano del Niño, que motivó la extensión de los servicios al desarrollo físico, mental y pedagógico de los niños, además, de que el estudio del Dr. Rafael Santamaría, “Conocimiento actual de los niños mexicanos desde el punto de vista médico pedagógico”. En ese Primer Congreso de 1921, organizado por él, insistía en la necesidad de orientar sobre bases científicas la educación de los niños deficientes anormales, estableciendo en 1932, la Escuela de Recuperación Mental que llevó por nombre “José González Padilla”, ilustre jalisciense, políglota, médico que se dedicó al tratamiento de enfermedades nerviosas y a la oftalmología.
Ambos, Santamaría y González Padilla, tuvieron el mérito de iniciar la investigación psicopedagógica en México y, de marcar nuevas rutas, señalando las deficiencias de la educación del niño mexicano y los problemas que le afectan.
El Departamento de Psicopedagogía e Higiene en México se configuró con varias sub-secciones, entre ellas la sub-sección de antropología infantil, cuyo objeto era dar a conocer el desarrollo físico, mental y pedagógico de los niños mexicanos y clasificarlos debidamente en las escuelas. Comprendía la investigación necesaria para establecer las bases de la orientación profesional. Además, determinaría el tiempo lectivo, el máximo y el mínimo de los programas de estudio y la capacidad y resistencia para las actividades que pondrían en juego las nuevas orientaciones de la educación.
La sub-sección de estadística en ese primer año hizo el registro, cómputo y clasificación de casos de agudeza visual, medidas de peso y talla con fines comparativos entre niños del extranjero y los mexicanos; complementándose con los servicios de la de psicognosis mediante pruebas mentales a nivel individual y grupal: pruebas de inteligencia de Fay y de inteligencia global de Ebbinghaus; pruebas de lenguaje con las indicaciones de Alicia Descoeudres, de las cuales se hicieron adaptaciones; pruebas de Thurstone; la escala de inteligencia de Binet y Simón (1911), con la adaptación mexicana realizada por Santamaría, mismo que se encargó de la jefatura en la sub-sección de escuelas especiales para anormales físicos y mentales. Esta institución había realizado notables trabajos para su tiempo, tales como la investigación sobre las características biológicas de los escolares proletarios (1937), el diseño de pruebas pedagógicas objetivas y técnicas para su aplicación y elaboración (1938); sugestiones para el trabajo escolar (1938); medición de la inteligencia; aplicación de la prueba de Kohs; primera contribución para el estudio de la jornada máxima de trabajo escolar (Hernández Ruiz y Tirado Benedi, 1940).
En 1940, el Departamento de Psicopedagogía y Médico-Escolar de la SEP, fue reorganizado por el Dr. Lauro Ortega en dos dependencias, el Instituto Nacional de Psicopedagogía, subdividido a su vez en los servicios de psicofisiológica, psicometría, orientación profesional, higiene mental y clínica de conducta, paidotecnia y organización de servicios de escuelas especiales, y la sección médico-escolar.
Lo anterior, constituyen los antecedentes históricos generales de la Psicopedagogía en México.
A todo esto, se explica que en dichos departamentos de psicopedagogía se cumplen diversas funciones como, por ejemplo:
1. Intervención ante las necesidades educativas de los alumnos.
El profesional de la Psicología participa en la atención educativa al desarrollo, desde las primeras etapas de la vida para detectar y prevenir los efectos socio-educativos, las discapacidades e inadaptaciones funcionales, psíquicas y sociales. Realiza la evaluación psico-educativa referida a la valoración de las capacidades personales, grupales e institucionales en relación a los objetivos de la educación y también, al análisis del funcionamiento de las situaciones educativas. Para ello trata de determinar la más adecuada relación entre las necesidades individuales, grupales o colectivas y los recursos del entorno inmediato, institucional o socio-comunitario requeridos para satisfacer dichas necesidades. También, y ligado al proceso de evaluación, el psicólogo puede proponer y/o realizar intervenciones que se refieran a la mejora de las competencias educativas de los alumnos, de las condiciones educativas y al desarrollo de soluciones a las posibles dificultades detectadas en la evaluación
2. Orientación, asesoramiento profesional y vocacional.
El psicólogo promueve y participa en la organización, planificación, desarrollo y evaluación de los procesos de orientación y asesoramiento profesional y vocacional, tanto en lo que tienen de información, asesoramiento y orientación a los alumnos ante las opciones que deban tomar frente a las distintas posibilidades educativas o profesionales, como en la elaboración de métodos de ayuda para la elección y de métodos de aprendizaje de toma de decisión vocacional. El objetivo general de estos procesos es colaborar en el desarrollo de las competencias de las personas en la clarificación de sus proyectos personales, vocacionales y profesionales de modo que puedan dirigir su propia formación y su toma de decisiones.
3. Preventivas.
El psicólogo interviene proponiendo la introducción de modificaciones del entorno educativo y social que eviten la aparición o atenúen las alteraciones en el desarrollo madurativo, educativo y social. La prevención se orienta a proponer las condiciones para un mejor desarrollo de las capacidades educativas y también, a prevenir las consecuencias que pueden generar la diferencia entre las necesidades educativas  de la población y las respuestas que dan los sistemas sociales y educativos; incluye, tanto acciones específicas para la prevención de problemas educativos concretos (como son la adaptación inicial a la escuela, la detección precoz de alumnos con necesidades educativas especiales, etc.), como los aspectos de intervención desde las primeras etapas mediante técnicas de estimulación y, ya en las etapas escolares, los procesos dirigidos a permitir a los alumnos afrontar con progresiva autonomía y competencias eficaces las exigencias de la actividad educativa.
Desde el enfoque preventivo se contemplan intervenciones, tanto en asesoramiento a agentes educativos (educadores, padres, etc.) como en el desarrollo de programas específicos: educación para la salud, educación afectivo-sexual, prevención de las drogodependencias y, de los proyectos ligados en general a la transversalidad (educación de valores, educación no sexista, etc.).
4. Intervención en la mejora del acto educativo.
Las funciones ligadas a esta intervención pretenden la adecuación de las situaciones educativas a las características individuales y/o grupales (evolutivas, cognitivas, sociales, etc.) de los alumnos y viceversa. Estas funciones se realizan a través de asesoramiento didáctico, de la organización y planificación educativa, de programación, de asesoramiento y actualización del educador y en general, se refieren a la intervención sobre las funciones formativas y educativas que se realizan con el alumno.
5. Formación y asesoramiento familiar.
El psicólogo actúa promoviendo y organizando la información y formación a madres y padres en una línea de apoyo al desarrollo integral del hijo/a. Realiza la intervención para la mejora de las relaciones sociales y familiares, así como, la colaboración efectiva entre familias y educadores, promoviendo la participación familiar en la comunidad educativa, así como, en los programas, proyectos y actuaciones que el profesional de la psicología educativa desarrolle.

6. Intervención socioeducativa.
El psicólogo participa en el análisis de la realidad educativa y, de los factores sociales y culturales que influyen en el proceso educativo de la comunidad concreta, interviene en la prevención socioeducativa, impulsa la cooperación y coordinación de los servicios, instituciones y organizaciones sociales del entorno. En resumen, interviene en las relaciones entre las actividades educativas y la comunidad donde tienen lugar, así como, en los factores sociales y culturales que condicionan las capacidades educativas. También, puede participar en el diseño de planes de intervención comunitaria en el ámbito territorial, promoviendo criterios metodológicos, procesos de implantación, sistemas de evaluación, etc.
El psicólogo puede asesorar técnicamente, a los responsables de la toma de decisiones de planificación y actuación a partir de su pronunciamiento especializado y de su aplicación al análisis y estudio del sistema educativo en una línea de mejora de la atención educativa.

7. Investigación y docencia.
La investigación incluye las actividades para el análisis y reflexión sobre el propio trabajo; la mejora y actualización de su competencia técnica, la profundización y extensión de la teoría y los procedimientos propios de la Psicología educativa, Psicopedagogía, Psicología de la Educación. La docencia que realizan los profesionales de la Psicología educativa está orientada a difundir su conocimiento entre los demás profesionales de la educación, los grupos sociales implicados en ésta, los propios psicólogos y estudiantes de Psicología y otros colectivos profesionales.
Pero de que parte toda esta acción psicopedagógica, pues bien, en un sentido de orientación en: desarrollo de auto esquemas, pautas de crianza, educación compensatoria, prevención de conductas disruptivas, habilidades para la vida, etc. y organización-evaluación de acciones administrativas. (Solé, 2002). Todo este proceso no solo va centrado en el contexto educativo, sino que también influye en un contexto familiar, empresarial, médico y de capacitación, haciendo que todo profesional involucrado, realice las mismas tareas, siendo importante el hacer y delimitar estos campos de acción de modo que se logre una complementariedad y trabajo en equipo.
Como sabemos la intervención psicopedagógica en nuestro país es poco utilizada, principalmente las instituciones educativas particulares han cobijado a especialistas como psicólogos, terapeutas ocupacionales, educadores especiales, orientadores y/o paidopsiquiatras. A la atención y tratamientos oportunos de niños con dificultades y problemas de aprendizaje, y que de cierto modo al mirar desde diferentes posturas disciplinarias puede tornarse un poco fragmentada, normalmente este acompañamiento del estudiante es de carácter remedial y de apoyo.
A esto surgen dos cuestiones erróneas que se creen importantes para una buena intervención psicopedagógica, la primera es un “abordaje propositivo” es decir un trabajo tanto con el docente y alumno a través de potencialidades que permitirían eliminar diferencias y dificultades en el proceso de aprendizaje y por otra parte tenemos “lo común” que es esa tendencia a maximizar la diferencia y a trabajar de forma individualista con cada alumno. Esto entonces no es otra cuestión más alejada al propósito fundamental de la psicopedagogía “el fortalecimiento de las competencias, el desarrollo de las estrategias de aprendizaje y el incremento de los procesos motivacionales”
Encaminados en un área de acción como lo es la orientación, el psicopedagogo hace uso de modelos y estrategias que apoyen el proceso de interpretación y de actuación del profesional acorde a una realidad muy cambiante de una visión educativa y social en la que se encuentran inmersos los alumnos tratados. La orientación psicopedagógica es un proceso que apoya y acompaña en forma continua a las personas en los diversos momentos y aspectos de su existencia, con la finalidad de potenciar la prevención y el desarrollo humano a través de los diferentes momentos de la vida.
La intervención psicopedagógica ha recibido diferentes nombres, intervención psicoeducativa, pedagógica, psicológica, y sin que haya un total consenso, hay una referencia más común a lo psicopedagógico, para referirse a un conjunto de actividades que contribuyen a dar solución a determinados problemas, prevenir la aparición de otros, colaborar con las instituciones para que las labores de enseñanza y educación sean cada vez más dirigidas a las necesidades de los alumnos y la sociedad en general, y que en realidad nuestra concepción parte de un proceso meramente integrador e integral, supone la necesidad de identificar las acciones posibles según los objetivos y contextos a los cuales se dirige; diferentes autores han aportado una propuesta de principios en la acción psicopedagógica:
PRINCIPIO DE INTERVENCION: concibe la intervención como un proceso que ha de anticiparse a situaciones que pueden entorpecer el desarrollo integral de las personas este principio debe ejecutarse de manera grupal, con quienes no presenten desajustes significativos, lo que no excluye a los que puedan ser potencialmente una población en riesgo ; por otra parte, se intenta reducir el número de casos de la población que pueda verse afectada por un fenómeno, ya sea de tipo personal o contextual, de tal manera que si no se logra una modificación de las condiciones del contexto, pueda ofrecerse una serie de competencias para desenvolverse de manera adaptativa, a pesar de las condiciones nocivas.
PRINCIPIO DE DESARROLLO: desde una perspectiva de desarrollo se postula que la meta de toda educación es incrementar y activar el desarrollo del potencial de la persona, mediante acciones que contribuyan a la estructuración de su personalidad, acrecentar capacidades, habilidades y motivaciones, a partir de dos posiciones teóricas no divergentes, pero sí diferenciales: el enfoque madurativo y el enfoque cognitivo La mayoría de los psicólogos interesados en el desarrollo, están de acuerdo en que este principio reúne ambas concepciones . Según Miller (1971), un enfoque no excluye al otro: por el contrario, cuando ambos se toman en cuenta es posible una adecuada flexibilidad teórica y por lo tanto una intervención integral.
PRINCIPIO DE ACCION SOCIAL: es la posibilidad de que el sujeto haga un reconocimiento de variables contextuales y de esta manera hacer uso de competencias adquiridas en la intervención, para adaptarse y hacer frente a éstas en su constante transformación.
Y es así como cada psicopedagogo o especialista en estos temas trabaja en diferentes perspectivas las cuales llamaremos modelos, algo importantes es que generalmente se les denominan modelos a las teorías sin embargo, se ha dicho que es más pertinente decir que las teorías derivan modelos y que éstos representan correlatos y relaciones con las teorías.es decir los modelos configuran una representación de la realidad y constituyen una forma aplicada de la teoría, que posibilita el diseño, aplicación y evaluación de estrategias de intervención .
Es importante señalas que los modelos de intervención psicopedagógica tienen tantas clasificaciones como definiciones considerando que cada una requiere elementos mínimos y necesarios. Como la formación de orientar y educar al hombre, las mejoras del aprendizaje a través de la intervención, y la aplicación de objetivos instrumentos y técnicas que sean oportunos y necesarios, a su vez ha de reconocer la necesidad de categorizar los problemas y ámbitos de actuación que han de atenderse mediante la definición de fases, etapas y momentos que rijan el proceso orientador, y finalmente la pertinencia de delimitar los contenidos, tareas y roles que en cada situación debe asumir el orientador.
Desde una concepción más objetiva y técnica de fácil implantación los modelos se pueden clasificar en diversas posturas, comenzando por los “Modelos Teóricos como son: tradicional, conductista, romántico, pedagógico cognitivo y social, Básicos de intervención: orgánico, comunitario, psicodinámico, fenomenológico, sistémico y cognitivo-conductual Organizativos: psico educativos y pedagógicos. Mixtos: comunitarios, ecológicos, sistémicos y psicopedagógicos. Clínicos: terapéutico, counseling, médico y orgánico. Consulta: ecológicos y sociales. De programas: desarrollo personal y social, apoyo de enseñanza-aprendizaje, orientación para la carrera, atención a la diversidad, orientación a la diversidad en el centro escolar.”
A cada modelo podemos definirle propiamente, por ejemplo: los modelos teóricos son entendidos como: esa conceptualización como aportes provenientes de las diversas corrientes de pensamiento. Los básicos de intervención: nos expresan que su conocimiento es la unidad básica de intervención clínica, por programas, por consultas o psicopedagógicos. Los organizativos: son los encargados de plantear la manera de organizar la orientación en un contexto determinado. Los mixtos: son todos aquellos que se han combinado para satisfacer las necesidades de un contexto determinado, ejemplo de éstos serían los modelos comunitarios, ecológicos, sistémicos y psicopedagógicos. Los clínicos: establecen una atención directa e individualizada, y concibe la orientación como un proceso clínico y en tanto tiene un carácter terapéutico basado en la relación orientador- orientado, de carácter remedial y centrado en necesidades específicas de quien consulta. De consulta: ejercen una acción indirecta de carácter preventivo y de desarrollo, posibilitando la adquisición de conocimientos y habilidades para resolver problemas; basados en una visión ecológica de la intervención, y por lo tanto concibe insuficiente el abordaje del sujeto sin tener en cuenta el medio que lo circunda. De programas: se caracteriza principalmente por ser contextualizado y dirigido a todos, mediante una intervención directa y grupal de carácter preventivo y de desarrollo.
A estos se presenta una duda donde tenemos áreas de intervención cabe señalar que dichos conjuntos de temáticas de conocimiento, formación e intervención propuestas como aspectos centrales para quienes ejecutan acciones psicopedagógicas se reúnen en: programas para el desarrollo personal y social, programas de apoyo al proceso de enseñanza aprendizaje, programas de orientación para la carrera, programas de atención a la diversidad, y programas de orientación familiar en el centro educativo. los paradigmas se han trasformado de unos modelos centrados en la enseñanza, a prácticas dirigidas al aprendizaje, en los que el estudiante deja de ser un espectador de este proceso y se convierte en un integrante participativo, propositivo y crítico en la construcción de su propio conocimiento; es decir, donde asume conciencia tanto en las toma de decisiones que lo conducen a la adquisición de conocimientos, como en los aprendizajes que tiene, en la forma como los aprendió, en la autorreflexión sobre su proceso de aprendizaje y sobre lo que tiene que mejorar.
De manera clara y concisa todo especialista que realice una intervención debe recordar que para esto los objetivos deben quedar claros ya que el aprender a aprender, a pensar, a recordar, a atender, Incluyen cuatro fuentes de influencia en la situación de aprendizaje como lo son las características del que aprende, la naturaleza de los materiales que han de ser aprendidos, las tareas cognitivas y las estrategias de aprendizaje. Mismas que van de cierta forma influidas a los aprendizajes para la vida demostrando el ser, el comportarse, el convivir; el solucionar problemas, el relacionarse con lo demás; el desarrollar estrategias para el desarrollo de auto esquemas positivos dentro de la educación afectiva y clarificación de valores en un asesoramiento y orientación vocacional, Orientación en desarrollo de auto esquemas, pautas de crianza, etc.
Volviéndole así una Intervención centrada en educación compensatoria, prevención de conductas disruptivas, y habilidades para la vida.
A todo esto refiriéndome a la intervención puedo decir que en México son pocos los centros que cuentan con un departamento psicopedagógico y los que lo tienen en su mayoría en el caso del oriente del estado de México son escuelas particulares, como ya lo mencione un departamento psicopedagógico está conformado por un equipo especialista donde esta desde un psicólogo, orientador, medico, psicopedagogo y pedagogos, los cuales atienden, apoyan y  orientan a los alumnos que requieren seguimiento tratando problemas y dificultades de aprendizaje, su evolución en la educación de estos departamentos ha tenido diversas modificaciones que poco a poco se reducen en un organigrama que por tiempos o recursos se vuelven carentes.
México es uno de los países donde se comienza con un auge en estos modelos de intervención y con esta reforma educativa en puerta es más que necesario el tenerle en cada escuela, por ejemplo, si tenemos un usaer habilitar a un equipo especialista para su trabajo donde ahora si las dos concepciones que se creen mal empleadas de lo común y de ese abordaje propositivo, tengan un uso verdadero.
La acción psicopedagógica se vincula principalmente a la planificación de procesos educativos, entendiendo planificación como un acto en el que se incluye el análisis de necesidades, establecimiento de objetivos, metas, diseño y evaluación; su fin central es contribuir al mejoramiento del acto educativo.
El orientador actúa desde diversos campos como la orientación y la intervención psicopedagógica, los cuales se refieren a un conjunto de conocimientos, metodologías y principios teóricos que posibilitan la ejecución de acciones preventivas, correctivas o de apoyo, desde múltiples modelos, áreas y principios, dirigiéndose a diversos contextos. Dentro de las diversas áreas de intervención psicopedagógica, se ubica la orientación en procesos de enseñanza-aprendizaje, que ha centrado su atención en la adquisición de técnicas y estrategias de aprendizaje, desarrollo de estrategias meta cognitivas y motivación.
Y así el psicopedagogo o especialista que realiza una intervención psicopedagógica necesita pues de diversos procedimientos, técnicas e instrumentos. Ya que, dentro de la Psicopedagogía, como área aplicada de la Psicología, utiliza los métodos generales de la misma. El procedimiento general de intervención engloba los siguientes pasos: evaluación inicial y diagnóstico, intervención, seguimiento y evaluación final y, valoración con la toma de decisiones que se deriva de la misma.
Las tareas propias de la Psicología Educativa pueden dividirse en dos grandes bloques:
1. Las relacionadas con la evaluación.
2. Las que se refieren a la Intervención.
1. Las relacionadas con la evaluación.
La evaluación se efectúa sobre las distintas áreas en función de la demanda, la problemática y las necesidades, priorizando su funcionalidad y operatividad y, se analizan detalladamente, las variables psicológicas que influyen en el comportamiento humano dentro del contexto educativo, llegando, cuando proceda, a la determinación de un diagnóstico en la situación educativa. Ello incluye la descripción e identificación de dicha situación, la formulación de hipótesis explicativas y la emisión de hipótesis de mejora.
Las técnicas más utilizadas para la evaluación son
·         la entrevista psicológica,
·         la observación en sus diferentes modalidades (no estructurada, sistemática, auto-observación),
·         los auto informes y
·         los test psicológicos.
Seleccionando las técnicas, más adecuadas al objeto (individuos, grupos, instituciones) y al tipo de evaluación (normativa, criterial, curricular).
2. Las que se refieren a la intervención.
La intervención se efectúa en los diferentes ámbitos sobre las diferentes variables psicológicas que intervienen en el acto educativo. Las técnicas de intervención en Psicología de la Educación son las derivadas de las Áreas Básicas y Aplicadas de la Psicología.
Las Psicólogas y los Psicólogos de la Educación deben prestar atención a los aspectos ontológicos (ontología = Parte de la metafísica que trata del ser en general y de sus propiedades trascendentales) en todas las fases de su actuación, tanto en la selección de pruebas y técnicas para la evaluación y la intervención (rigor, validez) como en la toma de decisiones que se derivan de su trabajo y en la transmisión de la información (informes orales y/o escritos) al propio sujeto y a terceras personas, considerando que en muchas ocasiones el destinatario del informe no es el propio sujeto evaluado y que éste no acude por propia iniciativa.
El Psicopedagogo(a) en este nuevo siglo, tiene oportunidad de facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje al contribuir en la operación de sus diversas funciones a la aplicación e innovación continua de un marco teórico acorde al desarrollo de la investigación en su área de conocimiento, así como, a la evolución progresiva de la tecnología y de la información en beneficio del desarrollo humano integral.


REFERENCIAS:
·         Barbosa H., Antonio, (1985). Cien años en la educación de México. México: 3ª ed., Pax.
·         Beltrán, J. y otros (1987). Psicología de la Educación. Eudema.

·         (Gloria Cecilia Henao López, 2006)

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