INTERVENCION PSICOPEDAGOGICA EN MEXICO Uso y aplicacion en el Mexico del sigloXXI
A CONTINUACIÓN LES PRESENTAMOS UN ARTICULO QUE FUE PRESENTADO EN PONENCIA POR NUESTRO ESTIMADO FUNDADOR DE ESTE BLOG EN UN COLOQUIO REALIZADO ESTE MES.
INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA EN MÉXICO
Uso
y aplicación en el México del siglo XXI.
POR: Ochoa
Moreno Luis Rodolfo.
La intervención
psicopedagógica en nuestros días es un tema muy extenso y a consideración de un
trabajo mayor, actualmente en México se cuenta con pocos centros donde se
imparte una intervención oportuna, abordando desde encima de un vasto iceberg,
como son los problemas y dificultades de aprendizaje, pero a raíz de esto surge
una interrogante ¿Cómo organizar y estructurar una intervención
psicopedagógica? Y es de suma importancia ya que los modelos de intervención
dependen en medida de los estilos de enseñanza de cada institución educativa.
Estableciendo principios y modelos que cada psicopedagogo y referente al
trabajo en esta rama se encarga de realizar previniendo y tratando cada uno de
estos problemas desde un enfoque educativo. Así pues, se parte desde diferentes
concepciones que marcan un nuevo rumbo, abriendo una excelente oportunidad para
comenzar un trabajo en triada enfocado al nuevo modelo educativo dentro del
contexto educativo mexicano, en vías de desarrollar y potenciar la calidad de
los alumnos en diversas escuelas ya sea públicas o privadas.
Ochoa
Moreno Luis Rodolfo, UPEM, Profesor de educación básica, graduado
por parte de la Universidad Privada del Estado de México, en la licenciatura en
Psicopedagogía, maestrante en psicología educativa por el Claustro
Universitario de Oriente. Es profesor de planta en un Preescolar Particular del
Estado de México, administrador de un blog web especializado en temas de
psicopedagogía, terapista particular de problemas y dificultades de
aprendizaje.
¿Qué es la psicopedagogía?
Haciendo
referencia a esta disciplina podríamos comenzar definiendo que es la
psicopedagogía en realidad, varios autores nos refieren a la psicopedagogía
como aquella rama que apoya y brinda soluciones de trabajo educativo mejorando
su rendimiento académico; en fin muchas de las posturas teóricas, ideológicas, concepciones
éticas de disciplinas como la psicología, la pedagogía, el trabajo social y la medicina,
que de una forma u otra se encuentran centradas en todos esos procesos relacionados con la manera en como
aprenden y se desarrollan las personas, las dificultades que encuentra el individuo
en el proceso de adquisición de nuevos aprendizajes, las intervenciones encausadas
a apoyar o superar obstáculos y en términos generales, con las actividades pensadas
y proyectadas hacia el logro de aprendizajes cada vez mejores.
A todo
esto, los orígenes de la psicopedagogía en México en el año de 1921, cuando se
instaló un nuevo servicio de Higiene Escolar y el Primer Congreso Mexicano del
Niño, que motivó la extensión de los servicios al desarrollo físico, mental y
pedagógico de los niños, además, de que el estudio del Dr. Rafael Santamaría,
“Conocimiento actual de los niños mexicanos desde el punto de vista médico
pedagógico”. En ese Primer Congreso de 1921, organizado por él, insistía
en la necesidad de orientar sobre bases científicas la educación de los niños
deficientes anormales, estableciendo en 1932, la Escuela de Recuperación Mental
que llevó por nombre “José González Padilla”, ilustre jalisciense, políglota,
médico que se dedicó al tratamiento de enfermedades nerviosas y a la
oftalmología.
Ambos,
Santamaría y González Padilla, tuvieron el mérito de iniciar la investigación
psicopedagógica en México y, de marcar nuevas rutas, señalando las deficiencias
de la educación del niño mexicano y los problemas que le afectan.
El
Departamento de Psicopedagogía e Higiene en México se configuró con varias
sub-secciones, entre ellas la sub-sección de antropología infantil, cuyo objeto
era dar a conocer el desarrollo físico, mental y pedagógico de los niños
mexicanos y clasificarlos debidamente en las escuelas. Comprendía la
investigación necesaria para establecer las bases de la orientación
profesional. Además, determinaría el tiempo lectivo, el máximo y el mínimo de
los programas de estudio y la capacidad y resistencia para las actividades que
pondrían en juego las nuevas orientaciones de la educación.
La
sub-sección de estadística en ese primer año hizo el registro, cómputo y
clasificación de casos de agudeza visual, medidas de peso y talla con fines
comparativos entre niños del extranjero y los mexicanos; complementándose con
los servicios de la de psicognosis mediante pruebas mentales a nivel individual
y grupal: pruebas de inteligencia de Fay y de inteligencia global de
Ebbinghaus; pruebas de lenguaje con las indicaciones de Alicia Descoeudres, de
las cuales se hicieron adaptaciones; pruebas de Thurstone; la escala de
inteligencia de Binet y Simón (1911), con la adaptación mexicana realizada por
Santamaría, mismo que se encargó de la jefatura en la sub-sección de escuelas
especiales para anormales físicos y mentales. Esta institución había realizado
notables trabajos para su tiempo, tales como la investigación sobre las
características biológicas de los escolares proletarios (1937), el diseño de
pruebas pedagógicas objetivas y técnicas para su aplicación y elaboración
(1938); sugestiones para el trabajo escolar (1938); medición de la
inteligencia; aplicación de la prueba de Kohs; primera contribución para el
estudio de la jornada máxima de trabajo escolar (Hernández Ruiz y Tirado
Benedi, 1940).
En
1940, el Departamento de Psicopedagogía y Médico-Escolar de la SEP, fue
reorganizado por el Dr. Lauro Ortega en dos dependencias, el Instituto Nacional
de Psicopedagogía, subdividido a su vez en los servicios de psicofisiológica,
psicometría, orientación profesional, higiene mental y clínica de conducta,
paidotecnia y organización de servicios de escuelas especiales, y la sección
médico-escolar.
Lo
anterior, constituyen los antecedentes históricos generales de la
Psicopedagogía en México.
A todo
esto, se explica que en dichos departamentos de psicopedagogía se cumplen
diversas funciones como, por ejemplo:
1. Intervención ante las
necesidades educativas de los alumnos.
El
profesional de la Psicología participa en la atención educativa al desarrollo,
desde las primeras etapas de la vida para detectar y prevenir los efectos socio-educativos,
las discapacidades e inadaptaciones funcionales, psíquicas y sociales. Realiza
la evaluación psico-educativa referida a la valoración de las capacidades
personales, grupales e institucionales en relación a los objetivos de la
educación y también, al análisis del funcionamiento de las situaciones
educativas. Para ello trata de determinar la más adecuada relación entre las
necesidades individuales, grupales o colectivas y los recursos del entorno
inmediato, institucional o socio-comunitario requeridos para satisfacer dichas
necesidades. También, y ligado al proceso de evaluación, el psicólogo puede
proponer y/o realizar intervenciones que se refieran a la mejora de las
competencias educativas de los alumnos, de las condiciones educativas y al desarrollo
de soluciones a las posibles dificultades detectadas en la evaluación
2. Orientación, asesoramiento
profesional y vocacional.
El
psicólogo promueve y participa en la organización, planificación, desarrollo y
evaluación de los procesos de orientación y asesoramiento profesional y
vocacional, tanto en lo que tienen de información, asesoramiento y orientación
a los alumnos ante las opciones que deban tomar frente a las distintas
posibilidades educativas o profesionales, como en la elaboración de métodos de
ayuda para la elección y de métodos de aprendizaje de toma de decisión
vocacional. El objetivo general de estos procesos es colaborar en el desarrollo
de las competencias de las personas en la clarificación de sus proyectos
personales, vocacionales y profesionales de modo que puedan dirigir su propia
formación y su toma de decisiones.
3. Preventivas.
El
psicólogo interviene proponiendo la introducción de modificaciones del entorno
educativo y social que eviten la aparición o atenúen las alteraciones en el
desarrollo madurativo, educativo y social. La prevención se orienta a proponer
las condiciones para un mejor desarrollo de las capacidades educativas y
también, a prevenir las consecuencias que pueden generar la diferencia entre
las necesidades educativas de la
población y las respuestas que dan los sistemas sociales y educativos; incluye,
tanto acciones específicas para la prevención de problemas educativos concretos
(como son la adaptación inicial a la escuela, la detección precoz de alumnos
con necesidades educativas especiales, etc.), como los aspectos de intervención
desde las primeras etapas mediante técnicas de estimulación y, ya en las etapas
escolares, los procesos dirigidos a permitir a los alumnos afrontar con
progresiva autonomía y competencias eficaces las exigencias de la actividad
educativa.
Desde
el enfoque preventivo se contemplan intervenciones, tanto en asesoramiento a
agentes educativos (educadores, padres, etc.) como en el desarrollo de
programas específicos: educación para la salud, educación afectivo-sexual,
prevención de las drogodependencias y, de los proyectos ligados en general a la
transversalidad (educación de valores, educación no sexista, etc.).
4. Intervención en la mejora
del acto educativo.
Las
funciones ligadas a esta intervención pretenden la adecuación de las
situaciones educativas a las características individuales y/o grupales
(evolutivas, cognitivas, sociales, etc.) de los alumnos y viceversa. Estas
funciones se realizan a través de asesoramiento didáctico, de la organización y
planificación educativa, de programación, de asesoramiento y actualización del
educador y en general, se refieren a la intervención sobre las funciones
formativas y educativas que se realizan con el alumno.
5. Formación y asesoramiento
familiar.
El
psicólogo actúa promoviendo y organizando la información y formación a madres y
padres en una línea de apoyo al desarrollo integral del hijo/a. Realiza la
intervención para la mejora de las relaciones sociales y familiares, así como,
la colaboración efectiva entre familias y educadores, promoviendo la
participación familiar en la comunidad educativa, así como, en los programas,
proyectos y actuaciones que el profesional de la psicología educativa
desarrolle.
6. Intervención
socioeducativa.
El
psicólogo participa en el análisis de la realidad educativa y, de los factores
sociales y culturales que influyen en el proceso educativo de la comunidad
concreta, interviene en la prevención socioeducativa, impulsa la cooperación y
coordinación de los servicios, instituciones y organizaciones sociales del
entorno. En resumen, interviene en las relaciones entre las actividades
educativas y la comunidad donde tienen lugar, así como, en los factores
sociales y culturales que condicionan las capacidades educativas. También,
puede participar en el diseño de planes de intervención comunitaria en el
ámbito territorial, promoviendo criterios metodológicos, procesos de
implantación, sistemas de evaluación, etc.
El
psicólogo puede asesorar técnicamente, a los responsables de la toma de
decisiones de planificación y actuación a partir de su pronunciamiento
especializado y de su aplicación al análisis y estudio del sistema educativo en
una línea de mejora de la atención educativa.
7. Investigación y docencia.
La
investigación incluye las actividades para el análisis y reflexión sobre el
propio trabajo; la mejora y actualización de su competencia técnica, la
profundización y extensión de la teoría y los procedimientos propios de la
Psicología educativa, Psicopedagogía, Psicología de la Educación. La docencia
que realizan los profesionales de la Psicología educativa está orientada a
difundir su conocimiento entre los demás profesionales de la educación, los
grupos sociales implicados en ésta, los propios psicólogos y estudiantes de
Psicología y otros colectivos profesionales.
Pero
de que parte toda esta acción psicopedagógica, pues bien, en un sentido de
orientación en: desarrollo de auto esquemas, pautas de crianza, educación
compensatoria, prevención de conductas disruptivas, habilidades para la vida,
etc. y organización-evaluación de acciones administrativas. (Solé, 2002). Todo este
proceso no solo va centrado en el contexto educativo, sino que también influye
en un contexto familiar, empresarial, médico y de capacitación, haciendo que
todo profesional involucrado, realice las mismas tareas, siendo importante el
hacer y delimitar estos campos de acción de modo que se logre una
complementariedad y trabajo en equipo.
Como
sabemos la intervención psicopedagógica en nuestro país es poco utilizada,
principalmente las instituciones educativas particulares han cobijado a
especialistas como psicólogos, terapeutas ocupacionales, educadores especiales,
orientadores y/o paidopsiquiatras. A la atención y tratamientos oportunos de
niños con dificultades y problemas de aprendizaje, y que de cierto modo al
mirar desde diferentes posturas disciplinarias puede tornarse un poco
fragmentada, normalmente este acompañamiento del estudiante es de carácter
remedial y de apoyo.
A esto
surgen dos cuestiones erróneas que se creen importantes para una buena
intervención psicopedagógica, la primera es un “abordaje propositivo” es decir
un trabajo tanto con el docente y alumno a través de potencialidades que
permitirían eliminar diferencias y dificultades en el proceso de aprendizaje y
por otra parte tenemos “lo común” que es esa tendencia a maximizar la
diferencia y a trabajar de forma individualista con cada alumno. Esto entonces
no es otra cuestión más alejada al propósito fundamental de la psicopedagogía “el fortalecimiento de las competencias, el
desarrollo de las estrategias de aprendizaje y el incremento de los procesos
motivacionales”
Encaminados
en un área de acción como lo es la orientación, el psicopedagogo hace uso de
modelos y estrategias que apoyen el proceso de interpretación y de actuación
del profesional acorde a una realidad muy cambiante de una visión educativa y
social en la que se encuentran inmersos los alumnos tratados. La orientación
psicopedagógica es un proceso que apoya y acompaña en forma continua a las personas
en los diversos momentos y aspectos de su existencia, con la finalidad de potenciar
la prevención y el desarrollo humano a través de los diferentes momentos de la
vida.
La
intervención psicopedagógica ha recibido diferentes nombres, intervención psicoeducativa,
pedagógica, psicológica, y sin que haya un total consenso, hay una referencia más
común a lo psicopedagógico, para referirse a un conjunto de actividades que contribuyen
a dar solución a determinados problemas, prevenir la aparición de otros, colaborar
con las instituciones para que las labores de enseñanza y educación sean cada vez
más dirigidas a las necesidades de los alumnos y la sociedad en general, y que
en realidad nuestra concepción parte de un proceso meramente integrador e integral,
supone la necesidad de identificar las acciones posibles según los objetivos y
contextos a los cuales se dirige; diferentes autores han aportado una propuesta
de principios en la acción psicopedagógica:
PRINCIPIO
DE INTERVENCION: concibe la intervención como un proceso que ha de anticiparse
a situaciones que pueden entorpecer el desarrollo integral de las personas este
principio debe ejecutarse de manera grupal, con quienes no presenten desajustes
significativos, lo que no excluye a los que puedan ser potencialmente una
población en riesgo ; por otra parte, se intenta reducir el número de casos de
la población que pueda verse afectada por un fenómeno, ya sea de tipo personal
o contextual, de tal manera que si no se logra una modificación de las
condiciones del contexto, pueda ofrecerse una serie de competencias para desenvolverse
de manera adaptativa, a pesar de las condiciones nocivas.
PRINCIPIO
DE DESARROLLO: desde una perspectiva de desarrollo se postula que la meta de
toda educación es incrementar y activar el desarrollo del potencial de la persona,
mediante acciones que contribuyan a la estructuración de su personalidad, acrecentar
capacidades, habilidades y motivaciones, a partir de dos posiciones teóricas no
divergentes, pero sí diferenciales: el enfoque madurativo y el enfoque
cognitivo La mayoría de los psicólogos interesados en el desarrollo, están de
acuerdo en que este principio reúne ambas concepciones . Según Miller (1971),
un enfoque no excluye al otro: por el contrario, cuando ambos se toman en cuenta
es posible una adecuada flexibilidad teórica y por lo tanto una intervención
integral.
PRINCIPIO
DE ACCION SOCIAL: es la posibilidad de que el sujeto haga un reconocimiento de
variables contextuales y de esta manera hacer uso de competencias adquiridas en
la intervención, para adaptarse y hacer frente a éstas en su constante transformación.
Y es
así como cada psicopedagogo o especialista en estos temas trabaja en diferentes
perspectivas las cuales llamaremos modelos, algo importantes es que
generalmente se les denominan modelos a las teorías sin embargo, se ha dicho
que es más pertinente decir que las teorías derivan modelos y que éstos representan
correlatos y relaciones con las teorías.es decir los modelos configuran una
representación de la realidad y constituyen una forma aplicada de la teoría,
que posibilita el diseño, aplicación y evaluación de estrategias de
intervención .
Es
importante señalas que los modelos de intervención psicopedagógica tienen
tantas clasificaciones como definiciones considerando que cada una requiere
elementos mínimos y necesarios. Como la formación de orientar y educar al
hombre, las mejoras del aprendizaje a través de la intervención, y la
aplicación de objetivos instrumentos y técnicas que sean oportunos y
necesarios, a su vez ha de reconocer la necesidad de categorizar los problemas
y ámbitos de actuación que han de atenderse mediante la definición de fases,
etapas y momentos que rijan el proceso orientador, y finalmente la pertinencia
de delimitar los contenidos, tareas y roles que en cada situación debe asumir
el orientador.
Desde
una concepción más objetiva y técnica de fácil implantación los modelos se
pueden clasificar en diversas posturas, comenzando por los “Modelos Teóricos
como son: tradicional, conductista,
romántico, pedagógico cognitivo y social, Básicos de intervención: orgánico, comunitario, psicodinámico,
fenomenológico, sistémico y cognitivo-conductual Organizativos: psico educativos y pedagógicos. Mixtos: comunitarios, ecológicos, sistémicos y
psicopedagógicos. Clínicos: terapéutico,
counseling, médico y orgánico. Consulta: ecológicos y sociales. De programas: desarrollo personal y social, apoyo de enseñanza-aprendizaje,
orientación para la carrera, atención a la diversidad, orientación a la
diversidad en el centro escolar.”
A cada
modelo podemos definirle propiamente, por ejemplo: los modelos teóricos son
entendidos como: esa conceptualización
como aportes provenientes de las diversas corrientes de pensamiento. Los
básicos de intervención: nos expresan que
su conocimiento es la unidad básica de intervención clínica, por programas, por
consultas o psicopedagógicos. Los organizativos: son los encargados de plantear la manera de organizar la orientación en
un contexto determinado. Los mixtos: son
todos aquellos que se han combinado para satisfacer las necesidades de un
contexto determinado, ejemplo de éstos serían los modelos comunitarios,
ecológicos, sistémicos y psicopedagógicos. Los clínicos: establecen una atención directa e
individualizada, y concibe la orientación como un proceso clínico y en tanto
tiene un carácter terapéutico basado en la relación orientador- orientado, de
carácter remedial y centrado en necesidades específicas de quien consulta. De
consulta: ejercen una acción indirecta de
carácter preventivo y de desarrollo, posibilitando la adquisición de
conocimientos y habilidades para resolver problemas; basados en una visión
ecológica de la intervención, y por lo tanto concibe insuficiente el abordaje
del sujeto sin tener en cuenta el medio que lo circunda. De programas: se caracteriza principalmente por ser
contextualizado y dirigido a todos, mediante una intervención directa y grupal
de carácter preventivo y de desarrollo.
A
estos se presenta una duda donde tenemos áreas de intervención cabe señalar que
dichos conjuntos de temáticas de conocimiento, formación e intervención
propuestas como aspectos centrales para quienes ejecutan acciones
psicopedagógicas se reúnen en: programas para el desarrollo personal y social,
programas de apoyo al proceso de enseñanza aprendizaje, programas de
orientación para la carrera, programas de atención a la diversidad, y programas
de orientación familiar en el centro educativo. los paradigmas se han
trasformado de unos modelos centrados en la enseñanza, a prácticas dirigidas al
aprendizaje, en los que el estudiante deja de ser un espectador de este proceso
y se convierte en un integrante participativo, propositivo y crítico en la
construcción de su propio conocimiento; es decir, donde asume conciencia tanto
en las toma de decisiones que lo conducen a la adquisición de conocimientos,
como en los aprendizajes que tiene, en la forma como los aprendió, en la
autorreflexión sobre su proceso de aprendizaje y sobre lo que tiene que mejorar.
De
manera clara y concisa todo especialista que realice una intervención debe
recordar que para esto los objetivos deben quedar claros ya que el aprender a
aprender, a pensar, a recordar, a atender, Incluyen cuatro fuentes de
influencia en la situación de aprendizaje como lo son las características del
que aprende, la naturaleza de los materiales que han de ser aprendidos, las
tareas cognitivas y las estrategias de aprendizaje. Mismas que van de cierta
forma influidas a los aprendizajes para la vida demostrando el ser, el comportarse,
el convivir; el solucionar problemas, el relacionarse con lo demás; el desarrollar
estrategias para el desarrollo de auto esquemas positivos dentro de la educación
afectiva y clarificación de valores en un asesoramiento y orientación
vocacional, Orientación en desarrollo de auto esquemas, pautas de crianza, etc.
Volviéndole
así una Intervención centrada en educación compensatoria, prevención de
conductas disruptivas, y habilidades para la vida.
A todo
esto refiriéndome a la intervención puedo decir que en México son pocos los
centros que cuentan con un departamento psicopedagógico y los que lo tienen en
su mayoría en el caso del oriente del estado de México son escuelas
particulares, como ya lo mencione un departamento psicopedagógico está
conformado por un equipo especialista donde esta desde un psicólogo,
orientador, medico, psicopedagogo y pedagogos, los cuales atienden, apoyan
y orientan a los alumnos que requieren
seguimiento tratando problemas y dificultades de aprendizaje, su evolución en
la educación de estos departamentos ha tenido diversas modificaciones que poco
a poco se reducen en un organigrama que por tiempos o recursos se vuelven
carentes.
México
es uno de los países donde se comienza con un auge en estos modelos de
intervención y con esta reforma educativa en puerta es más que necesario el
tenerle en cada escuela, por ejemplo, si tenemos un usaer habilitar a un equipo
especialista para su trabajo donde ahora si las dos concepciones que se creen
mal empleadas de lo común y de ese abordaje propositivo, tengan un uso
verdadero.
La
acción psicopedagógica se vincula principalmente a la planificación de procesos
educativos, entendiendo planificación como un acto en el que se incluye el
análisis de necesidades, establecimiento de objetivos, metas, diseño y
evaluación; su fin central es contribuir al mejoramiento del acto educativo.
El
orientador actúa desde diversos campos como la orientación y la intervención psicopedagógica,
los cuales se refieren a un conjunto de conocimientos, metodologías y principios
teóricos que posibilitan la ejecución de acciones preventivas, correctivas o de
apoyo, desde múltiples modelos, áreas y principios, dirigiéndose a diversos
contextos. Dentro de las diversas áreas de intervención psicopedagógica, se
ubica la orientación en procesos de enseñanza-aprendizaje, que ha centrado su
atención en la adquisición de técnicas y estrategias de aprendizaje, desarrollo
de estrategias meta cognitivas y motivación.
Y así
el psicopedagogo o especialista que realiza una intervención psicopedagógica
necesita pues de diversos procedimientos, técnicas e instrumentos. Ya que,
dentro de la Psicopedagogía, como área aplicada de la Psicología, utiliza los
métodos generales de la misma. El procedimiento general de intervención engloba
los siguientes pasos: evaluación inicial y diagnóstico, intervención,
seguimiento y evaluación final y, valoración con la toma de decisiones que se
deriva de la misma.
Las
tareas propias de la Psicología Educativa pueden dividirse en dos grandes
bloques:
1. Las
relacionadas con la evaluación.
2. Las
que se refieren a la Intervención.
1. Las relacionadas con la
evaluación.
La
evaluación se efectúa sobre las distintas áreas en función de la demanda, la
problemática y las necesidades, priorizando su funcionalidad y operatividad y,
se analizan detalladamente, las variables psicológicas que influyen en el
comportamiento humano dentro del contexto educativo, llegando, cuando proceda,
a la determinación de un diagnóstico en la situación educativa. Ello incluye la
descripción e identificación de dicha situación, la formulación de hipótesis
explicativas y la emisión de hipótesis de mejora.
Las
técnicas más utilizadas para la evaluación son
·
la entrevista psicológica,
·
la observación en sus diferentes modalidades
(no estructurada, sistemática, auto-observación),
·
los auto informes y
·
los test psicológicos.
Seleccionando
las técnicas, más adecuadas al objeto (individuos, grupos, instituciones) y al
tipo de evaluación (normativa, criterial, curricular).
2. Las que se refieren a la
intervención.
La
intervención se efectúa en los diferentes ámbitos sobre las diferentes
variables psicológicas que intervienen en el acto educativo. Las técnicas de
intervención en Psicología de la Educación son las derivadas de las Áreas
Básicas y Aplicadas de la Psicología.
Las
Psicólogas y los Psicólogos de la Educación deben prestar atención a los
aspectos ontológicos (ontología = Parte de la metafísica que trata del ser en
general y de sus propiedades trascendentales) en todas las fases de su
actuación, tanto en la selección de pruebas y técnicas para la evaluación y la
intervención (rigor, validez) como en la toma de decisiones que se derivan de
su trabajo y en la transmisión de la información (informes orales y/o escritos)
al propio sujeto y a terceras personas, considerando que en muchas ocasiones el
destinatario del informe no es el propio sujeto evaluado y que éste no acude
por propia iniciativa.
El
Psicopedagogo(a) en este nuevo siglo, tiene oportunidad de facilitar el proceso
de enseñanza-aprendizaje al contribuir en la operación de sus diversas
funciones a la aplicación e innovación continua de un marco teórico acorde al
desarrollo de la investigación en su área de conocimiento, así como, a la
evolución progresiva de la tecnología y de la información en beneficio del
desarrollo humano integral.
REFERENCIAS:
·
Barbosa H., Antonio, (1985). Cien años en la
educación de México. México: 3ª ed., Pax.
·
Beltrán, J. y otros (1987). Psicología de la
Educación. Eudema.
·
(Gloria Cecilia Henao López,
2006)
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